Los equipos son guardianes del Espíritu de Juego, y deben:
Tomar la responsabilidad de enseñar a sus jugadores las reglas y el buen Espíritu;
Corregir a los compañeros de equipo que demuestren un Espíritu de Juego pobre;
Proporcionar comentarios constructivos a otros equipos sobre qué están haciendo bien y/o cómo mejorar su propio Espíritu de Juego; y
Pedir un tiempo por EDJ (SOTG) para corregir las incidencias en el Espíritu segúncorresponda.